lunes, 18 de enero de 2021

otra historia infantil

Ante las falacias que se reparten en el Noticiero:
La estrategia no puede ser reclamar que Ellos usen la ley, que a ella se apeguen. No ha funcionado. No funciona. Y no funcionará mientras ellos sean esos mismos Ellos. Es como que a un criminal se le enjuicie y la sanción sea: que cumpla con la ley. Que la víctima solo exija que el criminal cumpla con la Ley, que el criminal demuestre que victimó con alguna razón y si no puede probarlo, entonces.... ¿Entonces, qué? El delito ya fue consumado. Usaron los medios, usaron el poder, para acusar sin pruebas. Ya no hay nada que probar ni demostrar. Mucho menos escuchar al coro dubitativo que siempre piensa que si el mundo se acaba es porque ellos ese día salieron con el pie izquierdo, o silbaron una melodía, o que batieron sus alas y así desencadenaron la furia del enemigo. Si lo que ha de acabarse, se acaba, y de romperse, se rompe, y de terminarse, termina, será en primer lugar culpa de quienes más agencia tuvieron -poder es agencia- para impedirlo. Levantémonos del diván, que se psicoanalicen ellos por querer que su alto sueño se realice a merced de que el resto deje de soñar, y aún más, querer obrar, según su conciencia. Ellos, por tener entre sus más claras mentiras que no existe -y por ella no la dejan existir- una oposición a sus métodos, y a veces a sus fines, pero más justificadamente, a sus esencias, a quienes son, o en quienes se convirtieron. La estrategia podría ser pasar de la discusión teórica, a la discusión práctica. Dejar de analizar la política y la economía y enjuiciar al político y a la decisión económica. Dejar en claro, que más allá del Sistema, o del Ideal, la concreción es defectuosa por inoperancia e incapacidad de los agentes, con nombres y apellidos. ¿Cómo es posible que se pueda analizar a un filósofo de hace dos siglos, y no al Primer Secretario de una provincia hace veinte años? Hay que decirles bien claro y sencillamente: el momento escogido para la tarea Ordenamiento demuestra desesperación, rigidez, vedettismo, y sobre todo falta de capacidad e inteligencia. Es un craso error aunque de aquí a tres años los resultados sean excelentes, y los trabajos de estos dos meses se hayan olvidado o sepultado, porque la tarea Ordenamiento pudo esperar tres meses más y los resultados serían excelentes de aquí a tres años y tres meses... Y si queremos más Socialismo, pues queremos tener un sistema de selección y prueba que permita dar más agencia a los más capaces de conducir al pueblo en pos de más y mejor Socialismo, que sea más eficiente que el actual, de la vía estrecha de la política de cuadros con filtros embudiformes que parecen obra de la bruja de Blancanieves. ¿Dime espejito mágico, esa persona tiene más carisma que yo, más capacidad de liderazgo, es más honesto, es más inteligente? Pues si así es, pongamos a esa persona -con ayuda de la Bruja de la Bella durmiente- a dormir entre las zarzas. ¿Dime espejito, esa persona es como yo o más bruta que yo, pero confiamos en que no nos tirará una ´podría´, en que gatopardianamente si se atreve a revolverlo todo será para dejarlo todo igual? Si así es, promovámoslo para la eternidad del Olimpo revolucionario. Se gasta la profesora Alina, se gasta LJC, se gasta la razón, y nada sucede, hasta que a una masa no se le gastan la confianza en la capacidad para el Bien de otro, y el miedo a la capacidad para el Mal de otro, y las dudas ante la incertidumbre del futuro confiando en que el presente es reparable y que alguien lo está reparando. Cuando eso se gasta, pues esa masa recurrirá a otros Otros, y esos Otros seran la Teoría, pero más que nada la Práctica que acaso permita convertir al futuro en un presente mejor que el que Ellos nos pueden ofrecer, nos han estado ofreciendo como el mejor posible.