miércoles, 2 de diciembre de 2020

pobres gentes

Hay gente que no puede cambiar como piensa porque no está dispuesta a cambiar como vive. Que alguna vez defendió la justicia para terminar defendiendo al juez. Que empezó admirando a los líderes de una revolución para terminar amando los cargos. Que se entrega a una revolución para convertirse en gendarme contra revoluciones futuras. Eso tiene nombre: se le puede llamar oportunismo, se le puede llamar mediocridad, se le puede llamar pusilanimidad, se le puede llamar cobardía o traición. Pero esa gente prefiere hablar de su madurez, su responsabilidad, su compromiso, su incondicionalidad, porque aunque una vez defendieron un camino para otros, ahora creen que el camino es solo de ellos.

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