lunes, 11 de noviembre de 2019

la cuerda

De cualquier manera, lo que ha sucedido en Bolivia no había sido previsto, las proporciones del pueblo y el no-pueblo (este termino lo he empleado antes en circunstancias similares, cuando la polarización en Venezuela a inicios de año) tienden a la simetría. Ante dicha revelación de creciente oposición electoral... y postelectoral, las opciones son claras. Aferrar la victoria o no. Aferrar el poder o no. Pero esta dicotomía no tiene la misma implicación para alguien o algo q por vez primera llega a la cima, con su valores y propuestas y esperanzas de renovación y cambio, donde todo el capital que se defiende es futuro, a alguien o algo que se repite, que esta consolidado como alternativa y posibilidad, y cuyo capital es menos futuro que pasado, su historia como persona o identidad o movimiento o ideología. La decisión que se tome ingresara automáticamente en ese registro de lo q se es y se ha sido, pesando mas que cualquier promesa de futuro, cimentándolo como alternativa o vacunando al futuro contra si mismo, desdiciendo su pasado. Cómo, cuánto se puede tensar una cuerda, depende de circunstancias diversas: del material de la cuerda, de la edad de sus fibras, de la fuerza de las manos, del propósito de la cuerda.

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