viernes, 15 de julio de 2022

pikketiando

Algunos fragmentos del ultimo libro de Thomas Piketty: Breve historia de la Igualdad, publicado en 2021. Este nuevo libro parte de su convencimiento, constatado en sus estudios que rindieron dos libros importantísimos ("El capital en el siglo XXI" y "Capital e Ideología"), de que "el avance hacia la igualdad es una batalla que empezó hace mucho y solo necesita ser continuada en el siglo XXI, provisto que en ella participemos todos y que rompamos con las divisiones basadas en raza o identidad cultural y disciplinamientos que con demasiada frecuencia nos impiden avanzar."En los libros anteriores, y en este en particular, se documenta el avance a lo largo del curso de la historia hacia mayor igualdad económica, social y política, puntuada por multiples fases de regresión. Piketty es categórico: el mundo del 2020, no importa cuan injusto parezca, es más igualitario que el de 1950 o 1900. Afirmar esto, agrega luego, no es un alarde de éxito, sino una llamada para continuar la lucha sobre bases históricas solidas. Otras lecciones de la historia sobre la desigualdad, a su criterio son: a) la más obvia según él, "la desigualdad es una construcción social, económica y política. Para un mismo nivel de desarrollo económico o tecnológico, siempre hay muchas maneras de organización un sistema de propiedad, o de fronteras, social, politico, fiscal, educacional. Estas opciones son de naturaleza política. Dependen del estado de las relaciones de poder entre los diversos grupos sociales y las cosmovisiones involucradas. Las sociedades humanas inventan reglas e instituciones con el propósito de estructurarse a sí mismas y dividir poder y riquezas, pero siempre sobre la base de opciones políticas reversibles." b) "las luchas contra la injusticia y las relaciones de poder no son suficientes en sí mismas. Son condición necesaria para el derrocamiento de instituciones no igualitarias y los poderes establecidos, pero no garantizan de ninguna manera que las nuevas instituciones y poderes que los reemplacen serán tan igualitarios y emancipatorios como hubiésemos deseado. La razón es simple. Aunque es fácil denunciar la naturaleza opresiva o generadora de desigualdad de instituciones y gobiernos establecidos, es mucho más difícil coincidir en las instituciones alternativas que harían posible hacer reales progresos hacia la igualdad social, económica y política, al mismo tiempo que respetando los derechos individuales, incluido el derecho a ser diferente. La tarea no es en lo absoluto imposible, solo que requiere que aceptemos la deliberación, la confrontación de puntos de vista distintos, compromisos y experimentación. sobre todo, requiere que aceptemos el hecho de que es posible aprender de las trayectorias históricas y experiencias de otros, y especialmente que el contenido exacto de las instituciones justas no es conocido a priori, por lo que vale la pena debatirlo."
Piketty concluye su introducción al libro con los siguientes párrafos: "En suma, dos escollos simétricos deben ser evitados: uno consiste en negar el papel de la lucha y de las relaciones de poder en la historia de la igualdad. El otro consiste, por el contrario, en santificar y negar la importancia de los resultados políticos e institucionales, a la par que a las ideas e ideologías partícipes en su elaboración. (...) El experimento del comunismo soviético (...) perfectamente ilustra estos dos escollos. Por una parte, fueron en verdad las relaciones de poder y luchas sociales intensas, las que permitieron a los revolucionarios bolcheviques, reemplazar al regimen zarista con el primer estado proletario en la historia, un estado que inicialmente alcanzó considerables avances en educación, salud pública e industria, a la misma vez que hizo una contribución capital a la victoria sobre sobre el nazismo. Sin la presión de la Unión Soviética y del movimiento comunista internacional, no es de ninguna manera cierto que las clases propietarias occidentales habrían aceptado la Seguridad Social e impuestos progresivos sobre las ganancias, descolonización y derechos civiles. Por la otra parte, la santificación de las relaciones de poder y la certidumbre bolchevique de que ellos conocían la verdad última en relación con instituciones equitativas, condujo al desastre totalitario que presenciamos. Los arreglos institucionales actuantes (un partido político único, centralización burocrática, propiedad estatal hegemónica, y rechazo de la propiedad cooperativa, elecciones, sindicalizaciones, etc) clamaban ser mas emancipatorios que las instituciones burguesas o socialdemócratas. Dichas instituciones condujeron a niveles de opresión y encarcelamiento que desacreditaron al regimen y finamente causaron su caida, a la par que contribuyeron a la emergencia de una nueva forma de hipercapitalismo."

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