miércoles, 30 de noviembre de 2022

teatro

(por Rafael Alcides)

Ya esto se acabó. Vestido de rey
él sigue tomando baños de sol en la terraza,
y un periodista extranjero, alguien
desconocedor de las magias del difunto,
diría equivocadamente que a pesar de sus achaques
el enfermo resiste. Pero tú y yo, Señor,
sabemos que esto se acabó,
que todo ha terminado, que los pronósticos
se cumplieron. Que para el caso
es como si toda aquella larga agonía
que hizo de nosotros
estas pobres sombras que desde la muerte miran,
hubiese llegado a su fin, y de todo ello
ahora sólo quedaran ropas amontonadas en el garaje
listas para ser echadas en el horno,
el olor de las velas, alguna esperma en el piso,
un silencio muy grande
y unas cuantas flores marchitas
que se cayeron de las coronas.
Lo del personaje en la terraza es película, ficción,
propaganda para que siga el espectáculo.

contrapunteo de coditos en el tepuen

...Varios de tus pensamientos me gustaría contrastarlos con pensamientos de otros. Por ejemplo, en 2017, Cubadebate publicó un artículo del Dr. Guadarrama, a quien cito con orgullo de coterráneo y por ser amigo de mi padre, diciendo: "En verdad el anarquismo no es apolítico, sencillamente porque nadie puede serlo, pues una forma de hacer política es pretender ser indiferente ante los acontecimientos sociales, sus necesidades y transformaciones. De manera que pretender ser indiferente ante la política es una forma hipócrita de hacer política." (http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/12/01/el-apoliticismo-una-forma-de-hacer-politica/)
Martí, en el propio discurso que cité antes, "Con todos y para el bien de todos", dijo: "creo aún más en la república de ojos abiertos, ni insensata ni tímida, ni togada ni descuellada, ni sobreculta ni inculta, desde que veo, por los avisos sagrados del corazón, juntos en esta noche de fuerza y pensamiento, juntos para ahora y para después, juntos para mientras impere el patriotismo, a los cubanos que ponen su opinión franca y libre por sobre todas las cosas, -y a un cubano que se las respeta." Ese sería el verdadero rasero de cubanía y amor: opinión franca y libre por sobre todas las cosas, y el respeto hacia esa opinión. Ya sea el gobierno, individuos del gobierno, la prensa del gobierno, lo mismo a un cantante, que a un escritor, que a un fabricante de tuercas, cubanos y extranjeros, los ha ignorado, o censurado, o criticado, por expresar franca y libre opinión, si está desalineada con la "oficial". Quizás por eso, hay quien prefiere callar su opinión, de manera astuta y complaciente con el medio " oficial". (Uso está palabra evitando dar pie a los silogismos sobre nación gobierno patria estado país pueblo...). Y quizás también por ello muchos cubanos sienten disgusto ante ese silencio, en preferencia de una expresión franca y libre que sea correspondida con respeto. Lazo creó un movimiento que pretende impactar en las decisiones del gobierno norteamericano hacia Cuba. Para lograr ese impacto necesita sumar personas en Estados Unidos a las marchas, cartas, reuniones y demostraciones. Para lograr esa sumatoria, que es política, tiene un discurso en el que evita hablar precisamente de "política", y le evita al gobierno cubano incomodidad "política". Lo que se está perdiendo en realidad es capital " político", 1)la oportunidad de incrementar la sumatoria en Miami al expresar con franqueza lo que él piensa sobre democracia en relación con Cuba, censura en relación con Cuba, poetas censurados y ostracizados en Cuba, y 2) la posibilidad de que el gobierno cubano muestre respeto a sus opiniones, a las de Lazo, cubano, emigrado y del lado del Amor. Ese sería un signo verdadero de cambio de los tiempos... Por ahí empezaría a derrotarse al bloqueo, pues creo que paulatinamente favorecería la acción de Lazo. Ahí habría astucia política alineada con los fines de la confluencia y la fraternidad, del amor. Unamuno, el filósofo español, en su famoso ensayo "Los antiopoliticistas" dijo: "Es torpeza, y torpeza insigne, la de querer trazar a la política un campo restringido. La política no es una es­pecialidad; la política es una forma de concebir, plantear y resolver todo problema." mi opinión es que ha habido un fallo político, otra oportunidad malbaratada, su campaña ha levantado más detractores que seguidores, y hasta ahora no solo es es uno más de los tantos intentos por derrotar o paliar el bloqueo, sino que ha reforzado la sensación de que para cooperar con Cuba por vías " oficiales" hay que morderse bien la lengua. Incluso él, que se fue de Cuba en lancha y formó parte del ejército invasor norteamericano, y tenía un libro de Rafael Alcides como amuleto.
Yo también como tú creo "que sí, que Carlos Lazo, Puentes de Amor, y las personas y organizaciones que promulgan el entendimiento y la ayuda a Cuba tienen una política propia de amor y búsqueda de la conciliación". Pero no creo que nadie está libre de estar adscrito a una narrativa, aunque dicha narrativa sea la propia, y cuando uno quiere que su propia narrativa predomine sobre otras, pues definitivamente está haciendo política, se convierte, en el buen sentido de una buena causa, en un animal politiquero. Claro que lo ideal es alejarse de la politiquería de los unos y los ceros, pero eso no significa renunciar a los unos y a los ceros, sino realizar la operación en que unos y ceros contribuyan, se incorporen, aditivamente, en la nueva escala. No sé por que piensas tú, que el cambio de expresión, sin cambiar de acción, dejaría de traer soluciones a problemas concretos. O será que la expresión forma parte de la acción: eso es precisamente lo que le imputan. Yo he escrito y hablado de esto más que nada considerando que los puentes son necesarios, y que para este tipo de puente, mientras más participemos en su construcción, pues mejor, pues no es un puente para llegar a otra parte, sino para llegar a la mejor posibilidad de nosotros mismos. Que el gobierno cubano tiene que verlo así, un puente que, si bien afincado en una orilla estadounidense, la distancia que acorta es la del pueblo de Cuba hacia un mejor futuro, hacia sí mismo.
Ah, y no estoy descalificando, si acaso opinando en la creencia de que podría aprovecharse mejor lo que ya está en movimiento, la visibilidad alcanzada, etc, la oportunidad politica, para arrebatar protagonismo a narrativas (y narradores) más divisiv@s, y acabar con el (o los) Bloqueo(s).

tapar el sol con un dedo

https://otrascont.blogspot.com/2022/11/caminos-de-esperanza.html?showComment=1668101681640#c2175891768230618442

Giordan Rodríguez Milanés10 de noviembre de 2022, 12:34

.... sin tergiversaciones, Diaz-Canel no dio una orden de ataque gratuita. Dio una orden de combate por la preservación de un determinado orden -llámale régimen, si quieres. Dio la orden que no dio a tiempo Evo en Bolivia, y vimos los resultados. Dio la orden que no dio Salvador Allende en Chile -cuando las organizaciones sociales y sindicatos le pidieron armas y se negó a armarlos- y ya vimos el resultado de Allende y el costo para el pueblo chileno. Porque una cosa es entender -como entiendo y he defendido y defenderé siempre- que es posible entendernos y reconciliarnos los afectados de cada lado, y otra cosa es aspirar a que un gobierno -el que sea- asfixiado, acosado, puesto al límite desde el exterior, reaccione con rosas ante un ataque a la tranquilidad alentado desde el exterior.

Que esa orden de Diaz-Canel, en un ambiente polarizado, contribuyó a la violencia, a determinados excesos indeseables, sí, estoy de acuerdo. Que luego la propaganda partidista ha intentado soslayar las otras causas internas que provocan las protestas apegados a su ortodoxia de la infabilidad, también estoy de acuerdo. Pero hay una diferencia esencial que tú soslayas, quizás por descuido, no digo que sea intencionalmente, en esta confrontación entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos, el gobierno de los Estados Unidos es quien ataca y el cubano es quien se defiende. El gobierno de los Estados Unidos es el ultrapoderoso que pretende inmiscuirse en todos los asuntos del mundo acorde a sus intereses -ellos mismos lo proclaman- y el gobierno cubano es el que se defiende.

Es, cuando menos, superficial intentar equiparar a Otaola -y los ontereses que Otaola representa y que lo han hecho millonario a costa del odio- con Diaz-Canel por muy torpe o incoherente o cuestionable que su liderazgo pueda ser.

Si en definitiva tu tesis es que tan culpables son unos como otros -incluso los que se dedican a traernos medicinas e insumos- entonces yo te diría que soslayas la gradación de esas culpas y que esa omisión no le sirve a los propósitos de unidad y consenso que proclamas.

elecciones, lecciones, deyecciones

Al parecer, las elecciones de medio tiempo en USA van a convertir a Trump en una sombra, pues no ha ocurrido la avalancha republicana esperada. Varios políticos republicanos han señalado que este hecho es la muestra clara de que Trump se ha vuelto un lastre para su partido. Aún están por dirimir los últimos puestos del senado, donde si los Republicanos obtienen ventaja, sería bien magra. Y lo mismo sucede con la Cámara de Representantes. Florida ha sido el caso especial, aunque no es una sorpresa, pues la gestación de la singularidad ha ocurrido gradualmente durante los últimos cuatro años a la vista de todos. Por primera vez en varios lustros el condado Miami Dade viste de color republicano, ningún medio nacional estadounidense ha dejado de mencionar el papel cubanoamericano en dicha metamorfosis. Yo agrego que Otaola y Diaz Canel han sido las principales fuerzas sinérgicas para la transformación. El Gobernador reelecto, Ron DeSantis, republicano, será uno de los candidatos presidenciales favoritos en la carrera de 2024. El Senador reelecto, Marcos Rubio, dudo que ceje en sus aspiraciones de poder para dicha fecha. Los esfuerzos, sin prisa pero sin pausa, de la administración Biden para desarticular la política trumpista contra Cuba, han tenido muy poco que ver con la fiebre conservadora de Miami. La orden de ataque de Diaz Canel el 11 de julio; la renuencia de Carlos Lazo, hijo espiritual del censurado poeta antitotalitarista cubano Rafael Alcides (Carlos Lazo publicó un libro sobre esta relación) a criticar ad alta voce el empeño del gobierno de Cuba de castigar cualquier acción que pueda repercutir en la hegemonía política de los selectos compañeros preseleccionados para ejercer dicho gobierno (valgan la redundancia y la recursividad); y la prédica desvergonzada de Otaola, torvamente afincada en los más bajos instintos cultivados durante años de intolerancia política, incentivos a la simulación, relativización del sentido de la justicia, rechazos y humillación, han sido los formidables alimentos revolucionarios para el revanchismo y el victimismo cubanofloridanos que ha vuelto a traer a la derecha republicana al poder. Es casi una garantía segura de continuidad del bloqueo, y de futuros reforzamientos de medidas anticubanas. Siempre digo que, si el bloqueo es la espada de Damocles sobre Cuba, pues habría que hacer política efectiva contra el Bloqueo, lo cual no equivale a hacer discursos denunciando el Bloqueo, ni a tener empresas fantasmas que burlan el Bloqueo. Como mismo salvar la Revolución es una frase que confunde, pues la Revolución fue, es un medio, para lograr algo, no un fin en sí misma. Y por tanto lo que hay que salvar es lo que la Revolución significa, lo que la Revolución significó, para la consecución de los incumplidos ideales martianos que fueron su motivación, impulso, desencadenante, origen. Esos ideales son el bien preciado, la responsabilidad intransferible, del pueblo cubano, para consigo mismo y para con la humanidad. No lo es el descubrimiento de un método de estructuración social donde dichos ideales han sido sacrificados cual ofrenda en su propio altar. Cuba es una, los cubanos somos un solo pueblo. Todo lo que alimenta, y todo el que alimenta, el descreimiento en el fabuloso poder que proveen la conciencia de fraternidad en origen y destino, la sensación de posesión y pertenencia en concurrencia entrañable para con el ser-sentir cubanos, mengua dicho poder, debilita el hechizo patriótico que nos corporiza como nación, y da fundamento al país. No podemos permitirnos unos a otros tal desamparo, donde cada cual reclama su porción de Patria para sí, dejando la otra parte como despojo para cualquier otro poder rapaz. En múltiples ocasiones en que al gobierno cubano se le ha hecho visible la minoría descontenta con su conducción, ha optado por estigmatizar esa minoría, y la ha instrumentalizado para obtener réditos inmediatos o mediatos, políticos y económicos, no solo con ceguera particular hacia lo que eso significa dentro de las estrechas cotas insulares, sino ignorando que cuando una minoría se incrementa sostenidamente, pues deja de serlo. Esa considerable minoría de cubanos, cada vez ha tenido un peso mayor en la vida económica del país, ya sea mediante remesas, o por contribuir al menos a un tercio de las ganancias de la industria turística nacional, o por sus importaciones directas o a través de terceros. Sin embargo, el discurso oficial nos sigue contemplando como desertores de una bandera, o de un ideal, aunque se llena la boca enfatizando que solo ocurre emigración por problemas económicos. En el mejor de los casos, la emigración se ha convertido en un mal que ha de ser por fuerza ordeñado, sin que los mismos líderes que testicularmente no pueden dejar pasar una oportunidad de afirmar sus opíparos epidídimos, aunque cueste más división entre cubanos y años de injusto Bloqueo, no se atreven a dar públicamente las gracias a esa emigración por sostener el país, aunque muchos en ella le ríen la hiel a Otaola. Ahí está el ejemplo de AMLO en su toma de posesión, con MDC y Silvio por testigos, dando gracias a los mexicanos que tanto contribuyen con su Patria. Es falaz dar las gracias a los Puentes de amor, e ignorar toda la otra madeja de puentes que, por lazos filiales y patrióticos, se ha fortalecido cada día más para paliar la horrible sensación de desamparo común. Y es incidiendo sobre esa madeja desde Cuba, que se derrota al Bloqueo, pues el mismo sería insostenible sin una comunidad cubana en USA que, exasperada, aleccionada y decepcionada durante su previo trecho de vida en la isla, apela al recurso de la revancha y el castigo. Quienes un día se han dicho a sí mismos que no logran divisar un futuro mejor, propio o para sus hijos, desde la atalaya del lugar que por nacimiento les tocó; quienes se convencen de que mediante el desgarramiento de sus cuerpos del tapiz cultural donde se hicieron personas es que podrán conservar la dignidad que provee el decidir el rumbo de la propia vida; quienes se niegan a ser parte de un círculo de decadencia, al no ver el fruto de su esfuerzo revertirse en progreso individual y colectivo, y queriendo aportar soluciones, son ignorados ante las razones o las sinrazones de unos pocos elegidos; todos esos no son lo peor de Cuba, ni lo prescindible, ni la escoria. Todos los que en Cuba y fuera de ella mantenemos viva la fe en la posibilidad de un mejor país, la República martiana donde se rinde culto y se cultiva la dignidad plena del Hombre, y confiamos en nuestra capacidad para tan hermosa tarea, y al escuchar la palabra cubano experimentamos ese mismo misterio de ternura de que hablara el Maestro, tenemos que hacer valer este credo que también nos legara, diciendo NO alto y claro a todo(s) lo (s) que se le opongan : “O la república tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio íntegro de sí y el respeto, como de honor de familia, al ejercicio íntegro de los demás; la pasión, en fin, por el decoro del hombre, o la república no vale una lágrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros bravos. Para verdades trabajamos, y no para sueños. Para libertar a los cubanos trabajamos, y no para acorralarlos. ¡Para ajustar en la paz y en la equidad los intereses y derechos de los habitantes leales de Cuba trabajamos, y no para erigir, a la boca del continente, de la república, la mayordomía espantada de Veintimilla, o la hacienda sangrienta de Rosas, o el Paraguay, lúgubre de Francia! ¡Mejor caer bajo los excesos del carácter imperfecto de nuestros compatriotas, que valerse del crédito adquirido con las armas de la guerra o las de la palabra que rebajarles el carácter!”

jueves, 27 de octubre de 2022

la explosión auténtica

 Giordan escribió el 1 de septiembre de 2022, 8:07, "se convierta en el detonante de la explosión auténtica". Me hizo acordar no se por que de TS Elliot en el final del poema Los hombre huecos: "así es como termina el mundo/ no con un estallido, sino un lamento" (this is the way the world ends/not with a bang but a whimper"). Tambien del cuento del hombre de mucha fe que se está ahogando, y espera que Dios lo salvará, y cuando viene otro hombre en un bote y le ofrece ayuda la rechaza, pues Dios es quien lo salvará, y cuando se muere ahogado y está frente a Dios, le recrimina el no haberlo salvado y Dios le dice, pero si yo te envié un bote... En fin, que si para escuchar a los que protestan hay que esperar por la protesta auténtica, dentro de los parámetros, legislada, con garantías de la inmanipulabilidad de quienes protestan, con el imperio mirando a otra parte, y los odiadores y mercenarios conveniente y coincidentemente desinteresados de nuestro drama..... pues será la primera protesta burocratizada de la historia, casi como una tribuna abierta de aquellas que no gastaban recursos, o un definitivo lamento por el estado de cosas a que nos condujo tanta sordera precedente. Y el Dios en esta historia nos interpelaría diciendo: por qué no escucharon todas las protestas anteriores, por qué no se sirvieron de esa participación popular para corregir el curso de los acontecimientos, por qué siguieron pensando que iban bien como iban? Un problema de cambiar es el miedo al cambio, que es razonable, aún después de que se haya dado respuestas a las preguntas imprescindibles: cambiar a qué, cómo y por qué. Pero mientras más se niegue la posibilidad de cambiar cuando hay necesidad de cambios, más desorganizado ocurrirá el cambio, más incertidumbre lo rodeará. Eso acarrea, por supuesto, más miedo. Ese es el pecado enorme de los continuistas e inmovilistas: no están evitando un cambio -que es inevitable, pues el sistema, aun cuando opere en circunstancias muy específicas, acumula tensiones que más a la corta que a la larga son autodestructivas- no lo evitan, sino que catalizan otro cambio más precario o más sorpresivo. Se trata de otra profecía que consciente o inconscientemente tratan de autocumplirse quienes detentan el poder. Para justificar su función de insustituibles paladines-profetas, amenazan “vendrá el lobo”, mientras, como resultado de su falta de previsión o proactividad o humildad... garantizan el azote de un peor castigo sobre el rebaño que no se conformó con pastar obediente en la grama del autocrático sueño.

viernes, 19 de agosto de 2022

el lamento

Ya no podré decir: éste es mi hijo.
Como un zarpazo, queda la ceniza,
cauce terrible en que mi mano atiza
los rescoldos que fueran su acertijo.

Horma de carne, pedestal vacío,
humo de sueño en la funesta brisa,
lenguas de fuego que abren su camisa
sin que el deseo goce señorío.

No lo sabía yo, ni este gentío:
nadie sabe quién porta la honda llama
cuando la vida algún campeón reclama
contra Muerte que avanza su albedrío.

Mas fuiste tú, soflama en la soflama,
otro guijarro en el enhiesto río
a quien tocó en la suerte corta rama
para ser ya de todos más que mío.

Lamento de la madre de uno de los muchachos bomberos que murió intentando sofocar el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, Cuba, agosto de 2022.
No como homenaje, sino para exorcizar el dolor, la pesadilla. Por todos y por cada uno de ellos.

jueves, 18 de agosto de 2022

politica bayesiana

lucha pacifica

 la lucha no violenta, conto con ciertas características

1-facilidad en la autoidentificacion de los miembros del grupo: negros en USA y Sudafrica, contrapuestos a blancos, y nacionales indios contrapuestos a ingleses, los intereses de este grupo en cuanto al objetivo a lograr estaban bien definidos y eran multitudinarios, no se dio escenario de guerra civil al interior de estos grupos, como sucedió en las revoluciones americanas

2-los sujetos que detentan el poder que es contestado en la lucha pacifica, no tienen mucho que perder como individuos o clase, los ingleses no dejarían de serlo, no perderían comodidades o puestos al regresar a la colonia, ni los norteamericanos blancos y mucho menos los dirigentes o legisladores, ni los blancos de Sudáfrica perderían sus ahorros, su estatus racial o de clase

3- un lider con autoridad moral claramente identificable

4- 


no hacemos cerebro no cambiamos ideas no modificamos sentimientos. todo tiene que surgir dentro. quizás minúscula, pero una pequeña vibración en nuestro interior tiene el poder de cambiar el próximo segundo. sin esa vibración seguiremos viendo, pensando y sintiendo lo mismo, no importa quien diga o haga qué. YTR



el gran problema

En este artículo (https://jovencuba.com/miedo-devora-alma/) hay un resumen bien claro de problemas que requieren ser atacados con medidas tan urgentes o más que las económicas si se pretende que despegue la economía del país. En mi caso, hace ya más de 10 años, comprendí que argüía, debatía, repetía, no frente a oídos sordos, sino más bien cómplices. Y que la solución no estaba en atreverse aisladamente a la discusión del tema Cuba en público. Sino en lograr mecanismos de convergencia y concertación de voluntades afines para detener los desmanes de los reinvolucionarios de oficio, para detener la decadencia y haitianización de la nación cubana. Esa posibilidad siempre es vilipendiada desde el poder, y ha sido ilegal o ilegalizada sistemáticamente -este no es un problema menor frente a los problemas economicos- como mecanismo de perpetuación de la propia estructura y sus adlateres que constituyen el gran problema a resolver.

anticomunismo

 Y no soy anticomunista por ninguna razón, ni ideológica, ni política, ni moral, ni histórica. Mi padre es militante, muy buenos amigos lo son, personas a las que respeto y admiro lo son, algunos incluso han sido cuadros en los niveles más básicos. A mi manera, creer que la utopía comunista es la culpable de los desmanes que puedan haberse cometido en su nombre es como culpar a Jesús de los desmanes que puedan haber cometido en su nombre los humanos. Lo he repetido antes aquí: el Sábado para el hombre y no el hombre para el Sábado (Marcos 2:27). También lo he repetido aquí: los valores, las virtudes, los antivalores, los vicios, se dan en un continuo muchas veces, en un espectro. Por ejemplo. firmeza, persistencia, perseverancia, obstinación, inflexibilidad, encaprichamiento, dogmatismo. Y la justicia, bien calibrada dentro de cada cual, permite ubicar el dial hacia un extremo o el otro a la hora de juzgar una acción. La buena política es el arte de saber obrar en el instante para poder obrar con mayor libertad-certeza-armonía-belleza-justicia, en el futuro. Y ahí la palabra clave es ´futuro´. Un futuro de un año, de cinco, de quince, de cincuenta, de cien…? En ciertos aspectos la política, así como la describo en este párrafo no es diferente de cualquier acción humana, excepto que la mayoría de las acciones humanas se circunscriben a un futuro bien cercano y personal, y si lejano, no más que una o dos generaciones emparentadas por delante. Por eso la buena política debería también tener ciertas cotas de tiempo, tomando como fundamento cuánto dura la vida humana. No hablo aquí de comprometer un futuro lejano en pos de uno cercano, si bien en el largo plazo eso ha ocurrido demasiado poco en la historia, pues las abundancias, las inopias, suelen alternarse, y el destino del mundo es cada vez más colectivo, (siempre lo fue o no: fuimos esclavistas a la vez, feudales a la vez, terraplanistas a la vez…etc). La mayoría de las decisiones políticas no son de ese ´transhumano´calibre, y tampoco hay que temer que los hombres y mujeres del futuro serán de algodón, sino que también llegaran a ser dueños de sus destinos y que tomaran decisiones políticas oportunas para ellos, y para enderezar los entuertos que les dejemos nosotros (se del peligro climático, del nuclear, esas damoclesianas espadas que penden sobre el desarrollo y la soberbia humanas). Pero la buena política no puede ser como la del faraón que quiere construir su pirámide, gran obra, maravilla del mundo, increíble, eterna, sin nada que se le oponga excepto la propia piedra, pesada, o escasa. El político tiene que saber bajar la cabeza, y echarse a un lado, o ponerse al frente de los suyos, o criticar a otros idos o por venir, si así logra domeñar el instante en pos de ese futuro que es bueno o mejor para los otros: para los otros que están a su lado, y que son el cuerpo que está realmente capeando los instantes. La política no puede hacerse siempre a la sombra de la calamidad futura, ni a la sombra de la pirámide, para cuando la contemplen esos que vivirán de aquí a cuántos años.

El comunismo es tan bueno para navegar como lo fueron las especias o el vellocino, pero hay que navegar con barcos de palo y con marineros ávidos de tesoros y aventuras y sabiendo que hay piratas y ciclones y aunque los barcos de palo los fabrique gente que muchas veces no navega. Yo creo que el proceso histórico de la revolución, con Fidel al frente, ha sido el culmen de nuestra historia. Me regaló a mí, como cubano, un sentido de identidad, de pertenencia, de esencia y agencia en el sistema mundo, como no pueden lograrlo ni diez mil congas ni puercos asados ni juegos de pelota. Yo sé que sí existen los hombres nuevos. Que no son perfectos. Y tampoco son carneros amaestrados para aplaudir. Que han querido estudiar y trabajar solo por el placer de hacerlo y servir bien y no para ganar un renombre y mucho menos dinero. Que no ven a gente inferior ni superior por su color, o su nacimiento, o su caudal, pues nunca se interesan por esas cosas, sino por la índole especialmente buena o desgraciadamente jodida de cada quien. Un nuevo ser humano más bien estoico, que no ve su propia vida mejor o peor segun la falta de abundancia, que no se juzga a sí mismo por las cosas materiales que logra acopiar. En fin, esos con los que se podría navegar hasta la eternidad. Pero navegar, no remar. Navegar, y si toca estar al pairo esperando el buen viento, aplaudir al viento y no al capitán. Y cuando aparecen Escilas y Caribdis, no evitarán el paso entre los dos monstruos, ni dividirán al barco en dos, ni escogerán cual monstruo es más heroicamente conveniente para luchar o dejarse devorar, sino que navegarán y dejarán a cada monstruo su propio afán. Cuando hablo de reinvolución y decadencia, no estoy esgrimiendo razones anticomunistas. A mi criterio, algunas de las causas fundamentales del deterioro económico, social y de valores en el país, conjuntamente con el irresuelto diferendo con los EEUU, y con la comunidad cubana en el exterior, serian: 1) el país ha sido mal conducido económicamente en medio del asedio y bloqueo norteamericano, con estrategias voluntaristas, dependentistas y tremendistas; 2) se ha sembrado división por motivos políticos entre los cubanos; 3) se ha desconfiado de la capacidad para el autogobierno, adulterando vías de participación popular, y predeterminando la elección de los decisores mediante mecanismos pseudomonárquicos, que priorizan como criterios de selección la fidelidad, la ¨pureza¨ ideológica, por sobre los talentos para la solución creativa y eficiente de los problemas; 4) se ha subordinado la salida del subdesarrollo material al facilismo de contar con una homogeneidad ideológica y se ha preferido la seguridad paternalista al respeto a la dignidad y la libertad creadoras, desvirtuando el balance que debe existir entre la dignidad de los individuos y la dignidad de la patria; 5) se ha adulterado la noción de justicia y de lo justo en las personas y en la sociedad a partir de acciones refrendadas desde un poder incontestado que obra como juez y parte, castiga y vilipendia cualquier forma de crítica, oposición justificada o iniciativa política, propone sucedáneos facilistas-reduccionistas, tales como igualdad, unanimidad, populismo, como indicadores de  justicia social, o métodos de autovalidación y construcción de consensos; 6) autoindulgencia perpetua bajo el credo de plaza sitiada. Creo en el papel del estado garantizando derechos, con socialización de la educación, la salud, la seguridad social. Pero también en la fiscalización de la actividad de gobierno a través de prensa pública y la acción concertada de los ciudadanos. En un modelo donde los dirigentes no puedan ser juez y parte, ´hackeando´ los mecanismos de concertación para mantenerse como paladines. Un modelo donde la nación no esté dividida por factores de geografía, ideología, metodología, capacidad de simulación, o sintonía con los líderes. En un modelo antiinjerencista, antiguerrerista, con conciencia ambiental, y con absoluta fe en la posibilidad de aprendizaje de los pueblos, perfeccionamiento, y emulación de ejemplos en la historia del mundo, en servicio para la construcción de una particular identidad, minimizando antagonismos, maximizando la colaboración y la paz.

contrato social reinvolucionario

 A Jorge Luis Borges le gustaba repetir (más de 5 veces en diferentes ensayos) aquello de Coleridge de que "la fe poética es una suspensión voluntaria de la incredulidad." A Eduardo Heras le escuche hablar del contrato ficcional, de ese tácito acuerdo entre autor y lector, donde el segundo echará a un lado el descreimiento para revivir la historia que le propone el primero. En esos planteamientos hay pistas claras de lo que la ficción es. En la posverdad ambas partes no son conscientes de lo acordado. Borges, analizando Don Quijote, hacía el siguiente hincapié, sin asegurar que se cumpliera para toda la literatura: "no sé si podemos encontrar un solo libro, un buen libro, del que aceptemos el argumento aunque no aceptemos los personajes. Creo que eso no ocurre nunca, creo que para aceptar un libro tenemos que aceptar a su personaje central. Y podemos pensar que estamos interesados en las aventuras, pero en realidad estamos más interesados en el héroe." Según han dicho varios, la realidad imita a la ficción. Yo creo que sí, que hay momentos en cualquier historia personal o colectiva, cuya intensidad desborda la realidad minuciosa, toda esa madeja de tiranías simultáneas que supone vivir de instante a instante. Entonces, como en una novela, todo parece posible, se embridan las dudas, acaece el héroe, acaso el héroe somos nosotros. Pero el género ficción, y el género realidad, generalmente están bien delimitados. Siempre hay un nicho para posverdades en ese limbo entre ambos, donde, con el gancho rutilante de la heroico y del héroe, haciéndonos sentir que todo es original y acuciante, alguien intentará cosechar para sí el beneficio de nuestra suspendida incredulidad. El contrato social de los cubanos se ha convertido en la relación del buen lector con un mal autor, que alguna vez fue amigo: ponemos en suspenso todas nuestras dudas, y de la mano de su trama aceptamos las nuevas convenciones, pero poco a poco dejan de gustarnos los personajes, las inconsistencias del relato producen con demasiada frecuencia intromisiones del sentido común de la realidad, descubrimos que el propio autor no creía en su mundo, sino que lo formulaba por el mero placer de elevarse por encima de nosotros, de someternos en él. Y lo que empezó como inducción, ahora es obligación, exigencia, como a la entrada del Infierno de Dante, donde además del abandono de la esperanza, es necesario el abandono del juicio, para que parezca valedero lo que se inventa. 

miércoles, 3 de agosto de 2022

de Lectura en Steck Hall, de Martí


"Falta aún mucho que decir,—y será dicho, puesto que decir es un modo de hacer."
De esa misma Lectura en Steck Hall, discurso de Martí en New York, 24 de enero de 1880, es este párrafo íntegro, que hay que paladear despaciosamente: "Creemos y sabemos que la naturaleza humana, mala por accidente y por esencia noble, una vez hecha al ejercicio de sus prerrogativas más honrosas, sólo las trueca o las declina por provechos a tal punto halagadores que sean dignas de compensar el inefable placer que produce el dominio sensato de sí mismo. No cabe por tanto en la naturaleza humana, alimentada por los dolores que engendran el rencor, y por la ira que levanta en el ánimo del engañado el pesar de haber cedido a un engaño que no equilibra el bochorno que causa con la utilidad que reporta; no cabe ciertamente, que todo lo que satisface nuestros deseos, está de acuerdo con nuestro raciocinio, nos enaltece a nuestros propios ojos, proporciona a los ofendidos venganza de la ofensa, y facilita todas estas expansiones con el placer de la libertad y con la influencia del hábito,—se trueque por una existencia sin esperanza de mejora, en que los nuevos soles anuncian nuevas burlas, en que el temor de los enemigos desvanece toda esperanza de fructífera concordia, en que se agravan con males nuevos los recientes y terribles males, en que la dignidad vive ofendida, la vida amenazada, la riqueza cohibida o impedida, y las legítimas y habituales expansiones, antes enérgicas y libres, sujetas a malévola censura y a una expresión deforme, traidora e incompleta. ¡Oh, no! ¡No es hombre honrado el que desee para su pueblo una generación de hipócritas y de egoístas! Seamos honrados, cueste lo que cueste. Después, seremos ricos.—Sólo las virtudes producen en los pueblos un bienestar constante y serio."
http://www.josemarti.cu/wp-content/uploads/2014/06/030_ASUNTOS_CUBANOS._LECTURA_EN_STECK_HALL_NUEVA_YORK_24_de_enero_de_1880.pdf

2021, epidemia de infartos en Cuba

Sobre el incremento de la mortalidad en Cuba en 2021 y las cifras oficiales de muerte por Covid. 
El siguiente artículo está disponible en Internet, “COVID-19 as the underlying cause of death: disentangling facts and values” https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7792913/ . Ahí aparecen las referencias sobre las definiciones orientadas por la OMS para definir las muertes por Covid: muerte resultante de enfermedad clínicamente compatible, en un caso probable o confirmado de infección por virus Covid19, a no ser que haya una alternativa clara no relacionada con Covid, como un trauma, por ejemplo; no debe existir periodo de recuperación total entre el Covid19 y la muerte; una muerte por Covid no debe ser atribuida a otra causa (cáncer, por ejemplo) sino que debe contarse de manera independiente de otras condiciones preexistentes que pueden haber propiciado un curso severo del Covid en el paciente. La OMS explícitamente recomienda que incluso en caso de mera sospecha de Covid, en ausencia de cualquier prueba positiva, el Covid debe indicarse como la causa de muerte subyacente. (World Health Organization.(2020).International guidelines for certification and classification (coding) of COVID-19 as cause of death,  (https://www.who.int/classifications/icd/Guidelines_Cause_of_Death_COVID-19.pdf?ua=1) Esta flexibilidad en el diagnóstico de muertes por Covid tiene razones epidemiológicas y sanitarias, pues permite considerar estrategias de prevención y erradicación que pueden pecar de exceso, pero no por defecto. En muchos países, incluido EEUU, ha habido discusiones que reprochan al estado haber magnificado o exagerado las muertes por Covid, y las acciones encaminadas al control de la epidemia.
En la entrada del 30 de junio del blog OtraCita se tocó alguito del tema, y yo dije, con relación a ese incremento de la mortalidad en 2021… que lo más curioso es que las cifras oficiales de fallecidos por COVID solo explican una pequeña parte. Desde el año pasado muchos augurábamos que algo así pasaría, que cuando se conocieran las estadísticas de muerte general, habría que hipotetizar realidades alternativas: en Cuba no hubo epidemia de Covid sino de infartos, o los médicos cubanos se equivocan con frecuencia y no acertaban a diagnosticar Covid en medio de dicha epidemia, ambos casos falsos, como falseadas han sido muchas veces las estadísticas en diversos lugares y circunstancias. En lo personal, me tocó de cerca está tensión entre realidad, estadísticas y proceso diagnóstico. Mi tío, murió de un cuadro hemorrágico bien descrito en pacientes con Covid... en su casa, donde murió, el bisnieto, el nieto, la esposa del nieto y el hijo tenían Covid (PCRs positivas), al pequeñín y la madre incluso los ingresaron, pero el certificado de defunción de mi tío decía que murió de infarto. Conocí otras muchas anécdotas similares. Sobre la irreal neumonía post-Covid (de la que oí hablar hasta en SegundaCita), el mundo científico claramente sabe que parte de lo terrible del Covid es que la respuesta inmune del huésped produce inflamación en diversos órganos, cuando la PCR ya es negativa, que no tiene sentido hablar de neumonía post-Covid cuando dicha neumonía es un efecto de la activación de mediadores inflamatorios y replicación viral en epitelio alveolar. En septiembre pasado se publicó un excelente artículo que, a partir del análisis comparativo de las cifras oficiales de mortalidad por Covid en niños en Cuba y en EEUU, llega a conclusiones contundentes sobre el masivo subregistro de muertes por Covid en población adulta. Cito de dicho artículo (https://23yflagler.com/el-regimen-cubano-puede-haber-barrido-bajo-la-alfombra-a-mas-de-la-mitad-de-los-muertos-por-covid-19/?fbclid=IwAR1Lo-whAl0QaJ_e-v4VoYz5Kk1cG1L29M3nT67cYlyU-XZltphfG1yrV64): "En consecuencia, los menores de edad constituyen el 0.17% del total de los fallecimientos en Cuba por Covid 19; mientras en los Estados Unidos el 0.08%. O sea, en Cuba el porcentaje que representan los menores de edad dentro del total de todos los decesos por Covid-19 es 2.125 veces mayor que en los Estados Unidos. (...) Caben dos explicaciones para esta diferencia: en Cuba la atención a los menores de edad enfermos de Covid-19 ha sido de menor calidad a la que se les ha prestado en los Estados Unidos; o en Cuba ha habido un sub registro de personas mayores de edad muertas a consecuencia del Covid-19, lo cual ha distorsionado la relación, al hacer crecer artificialmente la participación de los menores." Si yo hubiese traído a colación estas fuentes e hipótesis el pasado año, como lo intenté, habría sido cuestionado. Pero ahora las cifras oficiales que muestran el inexcusable aumento de la mortalidad, le dan la razón a todos los que desde entonces denunciábamos las confundidas estadísticas. Esto no pasó por azar, porque los médicos, los patólogos, los epidemiólogos, se orquestarán sediciosamente bajo influencia enemiga, sino porque fue orientado desde las alturas superiores la manera en que debían minimizarse las muertes por Covid. Para que no cundiera el pánico, justificarán algunos. Lo de la orientación lo sé por muy buenas fuentes, tengo muchos amigos médicos y enfermeras y en oficinas a lo largo de la isla que de una manera u otra manifestaron su malestar con esas intenciones. Pero no es nuevo ni asombra. Lo que asombra es que se hiciera en un momento en que sería imposible ocultar el fraude, por mucho que el viejo adagio diga que los muertos no hablan. Recuerdo cuando al término de mi misión en Haití que, como yo era el colaborador más destacado en mi departamento, decidieron multiplicar mis informes estadísticos y convertirlos en la estadística de la brigada. Vivimos allí la graciosa ocurrencia del jefe nacional (que falleció hace muy poco, hubo algunos titulares en la prensa nacional), apelando al sentido común, cuando advirtió en una asamblea “señores, aflojen con los huecos, que ahorita no se puede caminar en este país”. Una de las estadísticas entre las decenas que era obligatorio reportar, era el número de letrinas sanitarias cavadas por los haitianos motivados por las charlas de los cooperantes cubanos, número tan inflado que parecía que en territorio haitiano había caído una lluvia de meteoritos. Esto de la mortalidad por Covid no es trivial, nada en las estadísticas de salud lo es, y es algo sobre lo que me he manifestado, he denunciado, desde que era un estudiante, o médico de familia o cooperante internacionalista. Debería haber un fuerte debate en la prensa, en las reuniones televisadas, en las visitas programadas, sobre esto. Tiene implicaciones serias: ¿se recalcularán las muertes x COVID, las tasas de efectividad de las vacunas, se castigará a quienes orientaron definiciones epidemiológicas que indujeron al subregistro de muertes provocados por el virus? Esa sería una buena manera de empezar a acabar con la confusión nacional y con los confundidos, esos que creen que tienen todo el tiempo del mundo y toda la potestad. Sería una buena manera de dar continuidad a los verdaderos valores que trajo la Revolución triunfante de 1959.

viernes, 15 de julio de 2022

Francisco dijo

De la entrevista al papa Francisco, y sus iluminadoras respuestas, me ha gustado la sencillez y profundidad de estos principios que enuncia:
Entrevistador: Usted señala un camino a partir de ciertos principios políticos.
Francisco: Ahí hay cuatro principios políticos que a mí me ayudan, no solo para esto sino incluso para resolver cosas de la Iglesia. Cuatro principios que son filosóficos, políticos o sociales, lo que quieras. Los voy a mencionar: "La realidad es superior a la idea", o sea, cuando te vas por los idealismos, perdiste; es la realidad, tocar la realidad. "El todo es superior a la parte", es decir, buscar siempre la unidad del todo. "La unidad es superior al conflicto", o sea, cuando privilegiás los conflictos, dañás la unidad. "El tiempo es superior al espacio", fijate que los imperialismos siempre buscan ocupar espacios y la grandeza de los pueblos es iniciar procesos. Estos cuatro principios siempre me ayudaron para entender a un país, a una cultura o a la Iglesia. Son principios humanos, de integración. Y hay otros principios que son más ideológicos, de desintegración. Pero reflexionar sobre esos cuatro principios ayuda mucho. (https://www.telam.com.ar/entrevista-papa-francisco)

pikketiando

Algunos fragmentos del ultimo libro de Thomas Piketty: Breve historia de la Igualdad, publicado en 2021. Este nuevo libro parte de su convencimiento, constatado en sus estudios que rindieron dos libros importantísimos ("El capital en el siglo XXI" y "Capital e Ideología"), de que "el avance hacia la igualdad es una batalla que empezó hace mucho y solo necesita ser continuada en el siglo XXI, provisto que en ella participemos todos y que rompamos con las divisiones basadas en raza o identidad cultural y disciplinamientos que con demasiada frecuencia nos impiden avanzar."En los libros anteriores, y en este en particular, se documenta el avance a lo largo del curso de la historia hacia mayor igualdad económica, social y política, puntuada por multiples fases de regresión. Piketty es categórico: el mundo del 2020, no importa cuan injusto parezca, es más igualitario que el de 1950 o 1900. Afirmar esto, agrega luego, no es un alarde de éxito, sino una llamada para continuar la lucha sobre bases históricas solidas. Otras lecciones de la historia sobre la desigualdad, a su criterio son: a) la más obvia según él, "la desigualdad es una construcción social, económica y política. Para un mismo nivel de desarrollo económico o tecnológico, siempre hay muchas maneras de organización un sistema de propiedad, o de fronteras, social, politico, fiscal, educacional. Estas opciones son de naturaleza política. Dependen del estado de las relaciones de poder entre los diversos grupos sociales y las cosmovisiones involucradas. Las sociedades humanas inventan reglas e instituciones con el propósito de estructurarse a sí mismas y dividir poder y riquezas, pero siempre sobre la base de opciones políticas reversibles." b) "las luchas contra la injusticia y las relaciones de poder no son suficientes en sí mismas. Son condición necesaria para el derrocamiento de instituciones no igualitarias y los poderes establecidos, pero no garantizan de ninguna manera que las nuevas instituciones y poderes que los reemplacen serán tan igualitarios y emancipatorios como hubiésemos deseado. La razón es simple. Aunque es fácil denunciar la naturaleza opresiva o generadora de desigualdad de instituciones y gobiernos establecidos, es mucho más difícil coincidir en las instituciones alternativas que harían posible hacer reales progresos hacia la igualdad social, económica y política, al mismo tiempo que respetando los derechos individuales, incluido el derecho a ser diferente. La tarea no es en lo absoluto imposible, solo que requiere que aceptemos la deliberación, la confrontación de puntos de vista distintos, compromisos y experimentación. sobre todo, requiere que aceptemos el hecho de que es posible aprender de las trayectorias históricas y experiencias de otros, y especialmente que el contenido exacto de las instituciones justas no es conocido a priori, por lo que vale la pena debatirlo."
Piketty concluye su introducción al libro con los siguientes párrafos: "En suma, dos escollos simétricos deben ser evitados: uno consiste en negar el papel de la lucha y de las relaciones de poder en la historia de la igualdad. El otro consiste, por el contrario, en santificar y negar la importancia de los resultados políticos e institucionales, a la par que a las ideas e ideologías partícipes en su elaboración. (...) El experimento del comunismo soviético (...) perfectamente ilustra estos dos escollos. Por una parte, fueron en verdad las relaciones de poder y luchas sociales intensas, las que permitieron a los revolucionarios bolcheviques, reemplazar al regimen zarista con el primer estado proletario en la historia, un estado que inicialmente alcanzó considerables avances en educación, salud pública e industria, a la misma vez que hizo una contribución capital a la victoria sobre sobre el nazismo. Sin la presión de la Unión Soviética y del movimiento comunista internacional, no es de ninguna manera cierto que las clases propietarias occidentales habrían aceptado la Seguridad Social e impuestos progresivos sobre las ganancias, descolonización y derechos civiles. Por la otra parte, la santificación de las relaciones de poder y la certidumbre bolchevique de que ellos conocían la verdad última en relación con instituciones equitativas, condujo al desastre totalitario que presenciamos. Los arreglos institucionales actuantes (un partido político único, centralización burocrática, propiedad estatal hegemónica, y rechazo de la propiedad cooperativa, elecciones, sindicalizaciones, etc) clamaban ser mas emancipatorios que las instituciones burguesas o socialdemócratas. Dichas instituciones condujeron a niveles de opresión y encarcelamiento que desacreditaron al regimen y finamente causaron su caida, a la par que contribuyeron a la emergencia de una nueva forma de hipercapitalismo."

el juego

Yo no le hago el juego a nadie (que equivale a decir que lo hago en la misma medida en que todos somos parte de los juegos de los demás), pero me rehúso a no hacerle el contrajuego a quienes impunemente cuestionan el albedrío de otros para expresarse gratuitamente. La gratuidad es un concepto requeteviejo, de larga tradición cristiana, e incluso pagana: lo creado anda en gratis pasada por este mundo, sin necesidad de justificar su existencia ni su experiencia, salvo ante divina voluntad. Si todo aquel que disiente de la manera en que se desenvuelve la sociedad cubana (en el sucesivo presente), poniendo énfasis en la responsabilidad que atañe a la forma en que está estructurada y es conducida, si todos esos a priori resultan ser solo víctimas de un equívoco, unos equivocados: equivocados los argumentos, equivocadas las maneras, equivocadas las motivaciones, o equivocada la potestad porque inconsciente o voluntariamente se alinea con una agenda enemiga que también está equivocada, ¿acaso no se estará enunciando, por simple espíritu de contradicción, que ya se posee el camino hacia la verdad, el santo y seña de la perfección? De ahí a la Gracia Divina no falta mucho. Y eso arrojará inequívocamente de vuelta a la gratuidad. Como se ve, por reducción al absurdo, infalible método lógico-matemático, cualquiera de los pasos que completan este círculo, vicioso y viciado, es falso. Si ese no es el caso, matemáticamente existe otra posibilidad: lo que se posee, lo que se proclama, es el rotundo derecho a una rotunda equivocación… que si fuera cosa de uno solo, o de muchos como uno solo… pero no, repetidamente se demuestra que este no es el caso: se fracasa una y otra vez en el empeño de lograr el imán de un solo polo.

golpes

Golpes blandos…. puede ser… el hecho de usar la terminología en boga ya es en sí como otro suave golpecito, como cuando, según estipula el principio de incertidumbre de la física cuántica, al observar una magnitud, en la manera en que se realiza la precisa medición, se delimita un parámetro o propiedad de la partícula en detrimento de los otros. Con esta noción de golpe blando podría hacerse un análisis de toda la historia, ver cuantos golpes blandos y golpes duros ha habido en ella, cómo estos golpes han sido una y otra vez mecanismos para cambios importantes en cualquier sociedad. ¿Preparados acaso por la CIA o por el imperialismo? Quizás. Quizás desde el futuro, un futuro de dominio imperial donde ya existieren los viajes en el tiempo, con sus agentes viajando al pasado a organizarlos… Eso equivaldría a ya sentirnos derrotados de antemano, una nueva versión de Terminator. 
O eso que ha ocurrido tantas veces en el pasado no ha sido producto de golpes blandos, sino que, según repetían los libros por los que me tocó estudiar, simplemente ocurrió la coincidencia de un numero de factores objetivos con factores subjetivos, ninguno como obra de una sola y maquiavélica voluntad, sino de procesos difíciles de modelar que ocurren al interior de determinados grupos y épocas.Esto de culpar de cualquier cosa al golpe blando me suena como si ahora la política ya no fuera un marco de competencia de ideas y conductas-acciones para hallar la forma más beneficiosa de funcionamiento/organización del grupo social (o de quienes se empoderan a la cabeza del grupo) en un contexto específico, según la cosmovisión de ese contexto, (y sin la influencia de agentes que viajan en el espacio-tiempo), de la misma manera que en las ciencias se da la libre competencia de ideas y métodos para la explicación, modelación y predicción de las partes y el todo de la realidad, también acotado contextualmente, sin que nadie del futuro venga a soplarle a los científicos las óptimas respuestas.[Las diferencias entre ciencia y política deben ser muchas, pero hay una fundamental: el Poder. Aunque muchos no lo creen así, la política no gira solo en torno al poder, el poder es más bien un subterfugio, un atajo, una ventaja, que ayuda, con el menor esfuerzo posible, a convertir lo posible en probable, pero que con el uso, y el mal uso, se ha convertido en lo más importante de la política, como mismo el drogadicto no se puede sentir super sin formula mágica, y como mismo el orgasmo parece ser el santo grial del sexo.]
En política siempre ha habido perdedores y ganadores, y el devenir político pudiera mostrarse a través de la sucesión de múltiples mecanismos de ‘arbitraje’ para decidir quién gana o pierde el poder (destreza en la caza, favor de dios, guerras, sucesiones y linajes, votaciones, popularidad), mecanismos de arbitraje que han sido, durante milenios, sujetos de las más furibundas contiendas antes de que fuese seleccionado (al parecer) ese que llamamos democracia.
Pero la democracia no es solo eso, mecanismo de arbitraje para dirimir cual idea gana o pierde, qué personas detrás de las ideas serán vitoreadas en la palestra o saldrán abucheadas por el fondo, sino que sirve para acotar, delimitar, el espacio de acción de determinados poderes, y así balancear entre distintas manos esa brasa ardiente. La democracia no tanto como un ejercicio de toma conjunta de decisiones, de comprometimiento, representación e identificación grupal, sino como un mecanismo de rotación de poderes, donde ningún grupo queda del todo desahuciado, sino que quienes detentan un poder saben, han aceptado, que no es para siempre, y que quienes han perdido ese poder, también saben, confían, en que no han sido descartados del todo, no se les despoja de la esperanza de voltear el viento a su favor algún día, no se les arrebata el derecho a una lucha legítima para alcanzarlo. Y ese mecanismo, esa posibilidad de balance, esa necesidad de no ser siempre y para siempre perdedor, es esencial a la naturaleza humana. Incluso a la naturaleza. Si una especie evoluciona y se ubica por encima de otras en la cadena trófica, eso no la hace omnipotente, no la hace regodearse en tal victoria, como vicioso rey. Simplemente ha sido ocupado un nicho vacante en una ecología determinada cuya armonía sería imposible sin la existencia del resto de las especies. ¿No pastan las gacelas a la vera de los leones de algún modo sabiendo que solo es peligrosa el hambre?
Esa posibilidad de balance, de saber que quien pierde hoy podrá ganar mañana y viceversa, es esencial por la simple razón de que la psicología del homo sapiens, base de la conducta social humana (e interactuante con esta en varias escalas, todas contenidas en esa gran interfaz que llamamos cultura) tiene un anclaje biológico, también evolutivamente determinado. Y esa evolución es simplemente una lucha, tanto en el plano inmanente como en el plano trascendente (para decirlo con términos un poco lezamianos). Una lucha mientras se vive, para sobrevivir y poderse aparear y reproducir (cuerpos, conductas); y una lucha después que se vive, para si se quiere, sobremorir, persistiendo en la descendencia no solo a través de la reedición de formas y funciones comunes a la especie, y particulares del individuo, sino además como seres con identidad, historias, memorias, valores que querríamos ver replicados, redivivos. Y de esos imperativos no está exento nadie.
Se han acumulado hallazgos científicos suficientes para sustentar que los valores son parcialmente determinados biológicamente. Por ejemplo, se sabe que existe un mecanismo neurológico dependiente de circuitos que utilizan el neurotransmisor serotonina, cuya función es determinar qué posición, rango, estatus, ocupa el individuo en el grupo, y subyace al establecimiento de grupos jerárquicamente organizados. A más alto estatus, estos circuitos neurales incrementan el nivel de serotonina induciendo así más emociones positivas y disminuyendo las negativas. Por eso comporta tanta dificultad y tiene repercusiones adversas en los individuos el intento de sofocar, culturalmente (mediante presión social a través de educación, leyes, moralidad…), determinados valores humanos relacionados con la competitividad y el alcance de estatus (profesional, intelectual, económico, social, político…). Esas conductas, al parecer las llevamos profundamente incrustados en nuestros cerebros luego de millones de años de evolución, y sigue ahí porque han resultado ventajosas para la sobrevivencia de las especies. Frustrar la posible jerarquización de los individuos a partir de sus resultados-logros-triunfos-ganancias mediante la igualación forzosa (el igualitarismo), despojar a las personas de su capacidad para luchar por su autoafirmación (de sus ideas, su conciencia, su visión política), termina por desestructurar al grupo humano.
La disonancia de emociones entre quien alcanza el estatus superior, y quienes fracasan en el intento, se hace mayor cuanto mayores y arbitrarias son las diferencias de estatus. Cuando se obtiene una posición de mayor valencia jerárquica no a través de justa competencia, sino por influencias azarosas, los que resultan relegados reiteradamente por la exposición repetida a dichas circunstancias injustas, caen en el marasmo de la desesperanza aprendida, lo que coloquialmente se traduce en colgar los guantes, flotar, no coger ninguna lucha. Los aupados en esta repartición, son recompensados con una ducha de emociones positivas que lo reafirman como individuo. Uno y otro terminarán juzgando equivocadamente el proceso, desde los polos en que uno se sentirá maldito por la circunstancia y el otro un elegido sin nada que justificar. A la corta o a la larga, la vida se torna falta de sentido sin la capacidad de afirmar estos valores medulares, y se incrementa la polarización entre los individuos y los grupos. Despojar a personas o grupos de vías legítimas de acción que den cauce a esta necesidad vital de autoafirmación es un potente generador de descontento, y entre los miembros del grupo aparecerán individuos que, en lugar de reaccionar con inacción, se movilizaran, aun escogiendo cauces que implican peligro vital, sanción moral, ostracismo social, etc. Es solo cuestión de tiempo llegar a este estado dentro de un grupo donde se dan las premisas. El tiempo que demore lo biológico en expresarse en lo social. Me gustó esta frase de Víctor Hugo que parece resumirlo: No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo.
Cuando ese tiempo ha llegado, las influencias externas al grupo, pudiesen hallar resonancia dentro de este con más facilidad. Un suave toquecito se puede amplificar. ¿Acaso no fueron las ideas de la revolución francesa y de la revolución americana las que resonaron en los patriotas del XIX? ¿No fueron las ideas de la revolución bolchevique las que resonaron a través del XX? ¿Por qué en el XXI no pueden resonar también ideas? ¿Se acabó la historia? Es como si quienes proclaman el fin de la historia fuesen aquellos que tanto se han opuesto (mal leyendo) a Fukuyama. Cualquier grupo cuyos reclamos entronquen con rasgos fundamentales de la naturaleza humana, más temprano o más tarde actuará en pos de sus ideas, y esas ideas se diseminarán y fortalecerán en torneo justo o injusto con otras ideas. Mientras más injusto sea dicho torneo, más probablemente se asociará la idea de justicia con las ideas reprimidas.
No se pude estructurar una sociedad para que no fluyan e influyan las ideas externas. Una vez que las ideas fluyen e influyen, no se puede estructurar una sociedad para mediante la coerción, limitar continuamente al grupo influido e influenciable por dichas ideas, sin tener como justificación una crítica razonada, axiomática, no susceptible de polémica, de dichas ideas, sino que la crítica tiene como sustento fundamental la simple oposición al origen de dichas ideas. Gene el Afilado no fue para nada innovador en su Pedal, recogió y le puso un nombrecito a lo que ya estaba desde milenios en el aire, desde que los procuradores romanos sembraban la discordia entre judíos (un ejemplo acaso), nombre a lo que ahora es mucho más fácil de orquestar con el sustento tecnológico de la globalización. No basta que algo venga del enemigo para que sea malo: habría que renunciar a demasiado libro, herramienta, medicamento, etc, que son buenos. Como mismo que algo venga del amigo no por ello resultará un bien de calidad. ¿No nos sobran de esto los ejemplos?

en el umbral

 A Fina García Marruz, en su muerte


Estás allí, al umbral, donde la luz,

nos cegará y la sombra suave cede,

donde el polvo suspenso su oro puede

mostrar, y el pecho alivia de su cruz.

 

Estás allí, en la verja a contraluz

del jardín que soñaste tantas veces,

y tus manos delgadas las ofreces

al jardinero apuesto, el buen Jesús.

 

Estás allí, dormida filigrana

que el Verbo traza en apariencia humana

repitiendo su eterno lee: cree.

 

Otra vida que nace a la Poesía,

es apenas tu casa quien se enfría,

y tu tiempo saciado quien se muere.

de economía, poder, y valores

 

A proposito de una entrada en OtraCita y algo que posteó Giordan:

tomo de referencia en tu post, el inciso c) ... "para resolver los complejos problemas que hemos acumulado, precisamente, durante los últimos 20 años", para hipotetizar que hace más de 20, cuando yo era un estudiante de cuarto año de medicina y vicepresidente de la FEU del Instituto, y el actual presidente de Cuba primer secretario del PCC en Villa Clara, que ya entonces mi respuesta a tus preguntas hubiera sido No (al cuadrado), como creo habría sido No también la de casi todos los que participábamos en aquellas reuniones con Diaz Canel. Los último 20 años se han sedimentado sobro otras décadas que, si bien tuvieron fortalezas, ya tenían corroídos algunos puntales de su arquitectura.  Mencionaré algunos pilares enclenques según mis consideraciones de entonces, avaladas por el hecho de haberla visto expresada de mejores y más publicas maneras con el paso de todos estos 20 años. Puntualizo que no hablaré de Economía, soy un neófito en la materia, como casi todos los cubanos que no habían cursado una carrera universitaria o estudio en ramas afines, pues hasta 12 grado era una materia ausente de los planes de estudio. Quizás ahí empieza el problema de la Economía, y este que menciono no es un problema económico, sino de valores (tonterías mías, como si la economía no se encargara precisamente de valores): las carreras de Economía y Contabilidad quedaban bien relegadas en las escalas de preferencia de los futuros universitarios. En aquellos años 90 y milenaristas no salían economistas por televisión o a sotto voce, los destinos de Cuba no parecían tan pendientes de sagacidad mercantil, fiscalización contable o pertinencia financiera, sino que todo había funcionado más o menos bien como por inspiración. De ahí que dichas carreras se asociaban con oficios-empleos poco codiciados: mira tú cuan diferentes llegamos a ser de los capitalistas, nuestros mejores estudiantes querían ser médicos, periodistas, ingenieros, estudiantes de lenguas (estas carreras cerraban con los promedios más altos) nunca banqueros, ni CEO, ni corredores de bolsa, o gerentes profesionales o especialistas de negocios; y Economía y Contabilidad eran casi siempre ocupadas por decantación, cuando el puntaje no alcanzaba para las primeras opciones. Tuve la oportunidad de conocer una economista, seguramente graduada de los 80 o 90 (ya esta anécdota la puse una vez aquí) que en una reunión con los secretarios de los núcleos del municipio Plaza daba una misa sobre los lineamientos, allá por el 2012 ó 2013. En esa reunión me atreví a decir, yo el más joven de la cofradía, que no necesitaba que me explicaran la letra de los lineamientos, cuál ya estaba cumplido, y cual parecía posible de cumplir, sino cuándo se verían los resultados de la aplicación de los lineamientos, que pronóstico hacían los economistas al respecto, para saber cuándo tendríamos que volvernos a reunir para decidir si habían servido o no, y si no habían servido, pues promulgar otros. Ella no podría haberme respondido de una manera más tajante: los economistas no estamos para hacer pronósticos, de eso se ocupan los meteorólogos. Varios funcionarios se ensañaron conmigo, esa saña siempre ha sido vieja conocida mía, y valga la repetición, un viejo doctor saltó en mi defensa, en la defensa de la juventud y su derecho a pensar y expresarse de otra(s) manera(s). Aquí ejemplifiqué dos pilares rotos, blanditos, desde hace más de 20 años: políticos (políticas) que no prometen, y como no prometen no se comprometen, y nadie sabe si cumplen, y como no queda en evidencia que incumplen, se mantienen por demasiado tiempo. Y el otro, el rechazo, desde el poder político, al recurso de la diferencia. Esto último asume formas diversas, pero termina produciendo siempre el mismo resultado, tiene un fin particular: hacer más fácil y por consiguiente más duradero, estable, el ejercicio del poder. Produce una homogeneización de los decisores e instituciones políticas como estado previo a este facilismo. De aquellos que asistíamos a las reuniones con Diaz-Canel (así nos referíamos siempre a él) y ya hablábamos y discutíamos de crisis de valores, de pérdida de valores, achacándola sobre todo a la crisis económica del periodo especial, hubo unos cuantos que fueron aupados en la carrera política, llegando a ser, por ejemplo, segundo secretario o miembros del buró de la UJC nacional, rector de importante centro académico, funcionarios del MINSAP a todos los niveles. ¿Qué tendrían en común esos? ¿Eran los que más amaban la Patria, eran los más dispuestos a sacrificarse, eran los más capaces, eran los mejores estudiantes? No podría responder con certeza algunas de esas preguntas para cada uno de ellos. Pero lo que tenían en común no se manifestaría precisamente en dichas respuestas. Pero si me atrevo a decir que muy poco a nada cuestionaban aquel presente, perfectamente alineados con cualquier jerarquía superior, y por supuesto menos aún desconfiaban o cuestionaban el posible futuro cuya edificación ellos sentían que serían capaces de dirigir. Al parecer, durante todo este tiempo, ellos siempre estuvieron bien, en sus razones, y hemos sido nosotros los que hemos fallado. Nosotros los que nos atrevíamos a hacer preguntas incómodas, los que veíamos y denunciábamos problemas, no coyunturales, sino estructurales. Nosotros los que no sacrificamos diez o 15 años de juventud en interminables reuniones que roban tiempo de vida (para terminar teniendo autos y choferes, casas propias, asuntos de trabajo que permiten viajar subvencionadamente al extranjero) sino que decidimos sacrificar toda la vida en ómnibus atestados, casas compartidas o en crudo pulseo adquiridas o reconstruidas, y muchos infinitos otros detalles donde nos ha tocado diferenciarnos, no cuantitativamente, sino cualitativamente ( y de eso también ya he opinado en SC): la diferencia capitalista del millonario con múltiples autos y aviones y el obrero con un solo auto y la posibilidad de comprarse el ticket a cualquier lugar, y la diferencia capital entre el que tiene auto y chofer y el que no puede aspirar sobre legitimas bases reales en su empleo a tener (y mantener) ni una motocicleta. El recurso de la similaridad y el recurso de la diferencia son consustanciales a este Universo, sobre esas bases se organiza el mundo físico, el químico, el biológico, el cognoscitivo y por supuesto el ser humano y la sociedad humana. La política, el ejercicio del poder, descansan sobre un equilibrio de estos recursos. Cuando el entramado de ejercicio del poder de una sociedad se organiza para desterrar la posibilidad de la diferencia, de renovación a través de la diferencia, de oscilación entre diferencias, dicho entramado se osifica, se automatiza, cae en un círculo recursivo que se aleja de lo humano y se acerca a la (i)lógica maquinal, y tenderá al facilismo extremo en su agencia, desbrozando el camino entre la idea y la acción-ejecución, y tenderá a descomplejizar, reduciendo los matices, la casuística, definiéndolo todo en el lenguaje binario de conmigo o contra mí. En este facilismo, empiezan a aplicarse sucedáneos de más expedita formulación y réditos: por ejemplo, confundir justicia con igualdad, cuya aberración última es la igualación de juez y parte, expresión manifiesta de un cisma esquizoide de individuos que detentan el poder, y creen que no han sido sometidos por él. Poder es reducción del espacio de diferencia entre posibilidad y probabilidad. El poder hace lo posible probable, y lo probable seguro o cierto. El poder no acotado se desbocará, en movimiento concéntrico, en la igualación de ambos espacios, en su coincidencia. Pero este crecimiento del poder en unos pocos, no se da a expensas del desempoderamiento de muchos para los cuales ocurre justamente el fenómeno inverso: la ampliación de dicho espacio entre los posible y lo probable: te es posible emitir un criterio, pero es muy poco probable que te atrevas a hacerlo, o que sea escuchado, o que surta efecto; existe la posibilidad de que puedas tener un carro, es poco probable que lo logres. Estas cosas no son particulares de un sistema sociopolitico u otro. De hecho, la Revolución cubana redujo estas brechas, y “aterrizó” muchísimos y derechos y posibilidades en el corazón, la mente y los brazos de mayorías: ya no un comercial capitalista de que cualquiera con esfuerzo tiene la posibilidad de salir dsde la pobreza y, digamos, llegar a ser universitario, sino hacer probable que esto ocurra pues aun siendo pobres, ya no se es analfabeto y las escuelas no cuestan. Pero luego de esta eclosión inicial, todo esfuerzo para secuestrar más poder hacia una homogeneización, sin usar el recurso de la diferencia, tiene un camino prescrito, y a los ojos de la virtud y la razón también proscrito. Pues es un camino que conduce al debilitamiento de la justicia, o con palabras martianas, del decoro y la dignidad plenas de los seres humanos. Y cuando el valor justicia se debilita, se confunde, cambia todo el espectro de valores, pues la justicia es central a la arquitectura moral humana, como reflejo espiritual que es del principio de simetría físico, otro fundamento del Universo. La noción de lo justo permite dirimir lo que es un acto de valor de lo que es un acto de abuso, lo que es agradecimiento de lo que es sometimiento, de lo que es honestidad de lo que es cruel imprudencia… En triada perfecta con lo verdadero y con lo bello, ese dial de la justicia, de lo que es justo o no, con el que nacemos, y que se calibra durante nuestro recorrido vital, también es un mecanismo que se ajusta grupalmente: siglos hubo en que la justicia tuvo color y clase, excepto para unos pocos héroes siempre empujando la humanidad hacia el acierto. Hace más de 20 años en nuestra Patria, en quienes la constituimos y la continuamos, empezaron a abrirse grietas en estos ideales, que no se parchean con divisas ni por cuenta propia ni a crédito. Mucho menos con una comisión de cultura. Muy poco con lineamientos económicos.